A menudo, nos encontramos en la situación en la que deseamos desarrollar un producto digital, innovar o agregar nuevas funcionalidades, y nos lanzamos de inmediato. Comenzamos a definir tareas sin una dirección clara, lo que puede llevar a la confusión en el equipo. A veces parece que estamos solicitando cosas sin sentido o simplemente basadas en ocurrencias momentáneas. En un mundo en constante cambio, donde prever el futuro puede resultar complicado, es fundamental esforzarnos por proporcionar una guía sólida. ¿Pero cómo podemos lograrlo? En este artículo, compartiré algunos pasos que hemos aplicado con éxito en nuestras consultorías para abordar este desafío.
Pasos Generales: Aquí presentamos una serie de pasos que hemos perfeccionado a lo largo del tiempo y que han demostrado ser eficaces:
- Establecer Estrategias Claras: La base de cualquier proyecto exitoso es identificar o crear estrategias claras. Puedes utilizar OKR, un método potente que fomenta la creatividad y te desafía a ti mismo y a tu equipo.
- Crear Iniciativas: Una vez que tengas tu estrategia en su lugar, es el momento de definir las iniciativas necesarias para llevar a cabo tu visión.
- Generar Ideas Relevantes: Realiza una lluvia de ideas para identificar las características que deben estar presentes en tus iniciativas. Esto garantizará que tus esfuerzos se alineen con tus objetivos.
- Priorizar con Sabiduría: Una parte esencial del proceso es la priorización. No todas las ideas son igual de importantes. Priorizar te permite enfocarte en lo que realmente importa.
- Diseñar un Roadmap: Crea un plan detallado que muestre la secuencia de acciones y los hitos clave a lo largo del camino.
- Refinar las Características: A medida que avanzas, refina las características, asegurándote de que se ajusten a tus objetivos y a las necesidades de tu público.
- Opcional: Crear Historias de Usuario: Para un enfoque aún más centrado en el cliente, considera crear historias de usuario que describan cómo interactuarán tus usuarios con las características.
- ¡Ejecución Decidida! Llegado a este punto, es hora de poner en práctica todo lo planeado.
Identificación de Estrategias: Una trampa común en el camino es la falta de alineación entre las ideas y las estrategias. Sin una visión clara, es complicado dar sentido a las ideas y satisfacer sus necesidades. Un ejemplo concreto: Imagina que somos una empresa que ofrece una solución de pagos. Como primer paso, definimos nuestra estrategia y cómo mediremos su éxito. Esto establece una hoja de ruta clara para nuestros esfuerzos.
2. Creación de Iniciativas
Una vez que hemos delineado nuestra estrategia con claridad, es el momento en que la creatividad toma el timón. Es aquí donde empezamos a formular la pregunta crucial: ¿cómo podemos materializar efectivamente estas estrategias? Aquí te presento un ejemplo para ilustrar:
a. Programa de Beneficios b. Pagos de Servicios Gubernamentales c. Soluciones de Pago para Comercios
Todas estas son ideas de gran envergadura, pero es esencial darles una estructura sólida. Para ello, empleamos un formato conocido como «Hipótesis de la Épica». Aquí te explicamos los puntos clave:
- Enfoque en el Cliente: Cuando redactamos la descripción, mantenemos al cliente en mente, asegurándonos de que la iniciativa satisfaga sus necesidades y expectativas.
- Resultados de Negocio (Business Outcomes): Nos preguntamos: ¿Qué pretendemos lograr con esta iniciativa? Esto debe estar alineado de manera clara con nuestra estrategia general.
- Indicadores Principales (Leading Indicators): Definimos cómo mediremos el éxito de la iniciativa. Estos indicadores son cruciales para determinar cuándo hemos alcanzado el Valor Mínimo Viable (MVP) y para tomar decisiones informadas.
- Requisitos No Funcionales: Además de los aspectos técnicos, también consideramos los requisitos no funcionales, como la seguridad y la escalabilidad, para garantizar que la iniciativa sea sólida y cumpla con los estándares.
Esta fase es esencial para transformar las ideas en acciones concretas y orientadas hacia los objetivos estratégicos. Con la estructura adecuada y la atención puesta en los detalles, estamos listos para llevar a cabo estas iniciativas con éxito.
3) Generación de Ideas y Definición de Características Clave
Una vez que hemos establecido con claridad nuestra iniciativa y las características que estamos considerando para alcanzar los objetivos de dicha iniciativa, llegamos a un punto crucial: la identificación de las características esenciales para nuestro Producto Mínimo Viable (MVP). Esta etapa nos brindará la flexibilidad necesaria para pivotar y tomar decisiones informadas sobre la continuidad de otras funcionalidades.
Definir características con Hipótesis de Beneficios y Criterios de Aceptación NO SON HISTORIAS DE USUARIO, se realiza con la finalidad de tener mejor entendimiento y nos ayuda a priorizar
4) Priorización de Características
Una vez que hemos identificado nuestro Producto Mínimo Viable (MVP), es fundamental abordar la priorización. Recordemos que solo puede existir un MVP, por lo que debemos determinar qué características continuarán más allá de esta etapa inicial.
Existen diversas prácticas de priorización que podemos emplear, como WSJF (Weighted Shortest Job First), el método MOSCOW, la evaluación de la relación entre el valor de negocio y la complejidad, entre otras. Lo crucial aquí es establecer un orden claro en nuestro backlog de características para asegurar que nuestro esfuerzo se dirija hacia lo más importante.
5) Creación del Roadmap: Más que un Plan de Trabajo
Es importante destacar que un Roadmap no se limita a ser un simple plan de trabajo; es una estimación estratégica que nos permite aprovechar los ritmos y eventos del mercado, alineándonos con los equipos clave.
Es fundamental comprender que la responsabilidad de la creación del Roadmap recae no en una sola persona, sino en los actores fundamentales, como los departamentos de Negocio, Tecnología, Operaciones, Cumplimiento y otras áreas involucradas. Este enfoque colaborativo se traduce en un Roadmap de producto más sólido y representativo.
Ejemplos de elementos que pueden abordarse en el Roadmap incluyen:
- Establecer las fechas de lanzamiento de campañas de marketing.
- Identificar y visualizar las dependencias legales, como los avisos de privacidad en la página.
- Abordar puntos críticos de seguridad.
- La incorporación de herramientas de monitoreo, como robots.
- La gestión de contratos y relaciones con proveedores.
Es importante recordar que los roadmaps no deben centrarse únicamente en aspectos tecnológicos. Deben reflejar una visión holística de la organización, involucrando a todos los departamentos y partes interesadas relevantes. Esto asegura una alineación sólida y un enfoque integral hacia los objetivos estratégicos.
6) Refinamiento de Características: Un Paso Clave
Es esencial llevar a cabo un proceso de refinamiento de las características. Es importante recordar que lo que entregamos a nuestros clientes, mercado y otras partes interesadas son funcionalidades, no necesariamente Historias de Usuario (HDU). En algunos casos, al tener clara la característica o funcionalidad, puede ser más eficaz desglosarla en HDUs, o incluso comenzar la ejecución sin necesidad de HDUs. De hecho, existen equipos que han demostrado ser capaces de ejecutar sin recurrir a Historias de Usuario.
¿Cómo se puede lograr esto? Una técnica efectiva es definir el flujo completo de la funcionalidad. Esto no solo aclara y simplifica la identificación de posibles Historias de Usuario, sino que también establece una visión más clara del proceso general. Esto puede ser especialmente útil para equipos que operan de manera altamente eficiente y sin necesidad de dividir las funcionalidades en elementos más pequeños.
6) Refinamiento de Características: Un Paso Clave
Es esencial llevar a cabo un proceso de refinamiento de las características. Es importante recordar que lo que entregamos a nuestros clientes, mercado y otras partes interesadas son funcionalidades, no necesariamente Historias de Usuario (HDU). En algunos casos, al tener clara la característica o funcionalidad, puede ser más eficaz desglosarla en HDUs, o incluso comenzar la ejecución sin necesidad de HDUs. De hecho, existen equipos que han demostrado ser capaces de ejecutar sin recurrir a Historias de Usuario.
¿Cómo se puede lograr esto? Una técnica efectiva es definir el flujo completo de la funcionalidad. Esto no solo aclara y simplifica la identificación de posibles Historias de Usuario, sino que también establece una visión más clara del proceso general. Esto puede ser especialmente útil para equipos que operan de manera altamente eficiente y sin necesidad de dividir las funcionalidades en elementos más pequeños.
Espero que esta guía te haya sido de ayuda para comprender cómo avanzar desde la estrategia hasta la ejecución a través de estos pasos. Si tienes alguna duda, no dudes en ponerte en contacto conmigo, estaré encantado de ayudarte. Nuestra clase de PO/PM abarca todo este desglose y mucho más, y esperamos que sea un recurso valioso en tu camino hacia la ejecución exitosa de proyectos.