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Una de las principales problemáticas en las organizaciones: conectar la estrategia con la ejecución

Cuando no logramos alinear correctamente nuestras estrategias con la ejecución, el impacto negativo se refleja en múltiples áreas clave de la organización. Estos son algunos de los desafíos más comunes:

  1. Falta de priorización clara: Las iniciativas y proyectos compiten por atención durante el año, y todo parece urgente, dificultando la toma de decisiones estratégicas.
  2. Dificultad para identificar el valor: No se logra medir ni comunicar el impacto real de cada iniciativa o proyecto, perdiendo oportunidades para justificar esfuerzos.
  3. Procesos largos de autorización: Demostrar el valor (ROI) de los proyectos se convierte en un reto burocrático que retrasa las decisiones y el avance.
  4. Ausencia de un «Norte» claro: Sin una dirección estratégica sólida, surgen ideas desconectadas del verdadero valor, que consumen recursos sin un propósito claro.
  5. Decisiones subjetivas en comités: La falta de criterios objetivos genera debates interminables, dejando lo importante en manos de opiniones sin fundamento estratégico.
  6. Caos en la ejecución: Sin una visión clara de lo que se busca, se producen constantes cambios, pausas y reactivaciones de proyectos, afectando tiempos y recursos.
  7. Proyectos inconclusos: Muchas iniciativas quedan en ejecución indefinidamente, sin cerrar ni generar resultados claros, debido a una falta de definición y alineación estratégica.

¿Te identificas con alguno de estos puntos? Si es así, este artículo es para ti. Exploraremos cómo conectar la estrategia con la ejecución de manera efectiva, utilizando OKR y KPIs para transformar estas problemáticas en resultados reales y medibles.

Hagamos de este artículo una guía sencilla y clara para entender a dónde queremos llegar. La clave está en conectar la estrategia con la ejecución de manera efectiva.

Para lograrlo, te presentamos una imagen que ilustra de manera práctica cómo alinear estos dos elementos esenciales. Este esquema será tu mapa para transformar objetivos estratégicos en resultados tangibles.

La Clave: Una Visión Clara y Compartida

La visión es el punto de partida para cualquier estrategia. Una visión inspiradora y bien comunicada no solo alinea esfuerzos, sino que también motiva al equipo.

Ejemplo de Visión

“Para 2025, nuestra solución Go Card (Solución de medios de pago) será reconocida por su capacidad para reducir costos, mejorar tiempos de respuesta y ofrecer transacciones seguras y confiables.”

Estrategias: El Gran Reto

En muchas organizaciones, uno de los principales desafíos es la falta de claridad estratégica. Sin una definición precisa de hacia dónde se quiere llegar en el corto, mediano y largo plazo (1, 3 o 5 años), las estrategias suelen ser ambiguas y generan confusión.

Ejemplos de estrategias poco claras incluyen:

Estas definiciones, aunque bien intencionadas, no ofrecen un marco claro para la acción. El resultado es caos, falta de enfoque y dificultad para medir si realmente se han cumplido los objetivos.

¿Cómo Crear Estrategias Claras?

Una técnica efectiva para transformar estas problemáticas es el uso de OKR (Objectives and Key Results). Los OKR no son solo un formato, representan un cambio cultural que fomenta la colaboración y el enfoque en resultados medibles, dejando de lado la vinculación directa con incentivos como bonos o beneficios.

¿Qué son los OKR?

Objectives and Key Results se pueden resumir en dos conceptos esenciales:

  1. Objetivo (Objective):
    • Responde a qué queremos lograr.
    • Debe ser concreto, trascendente y orientado a la acción.
    • Inspira y motiva al equipo hacia un propósito común.
  2. Resultados Clave (Key Results):
    • Responden a cómo vamos a alcanzar el objetivo.
    • Deben ser específicos, medibles, y establecidos en un marco temporal.
    • Balancean la ambición con la realidad y permiten verificar el progreso.

💡 Regla de Oro:
«Si no incluye una cifra, no es un resultado clave.»
– Marissa Mayer

Ejemplo de OKR

Estrategia 2025:

Al trabajar con OKR, especialmente al definir los Key Results, es común enfrentar un desafío importante: la ausencia de mediciones claras. Esto es especialmente notorio en América Latina, donde tener métricas estructuradas de resultados y procesos sigue siendo un área de oportunidad.

Cuando no contamos con métricas adecuadas, es fácil caer en el error de crear estrategias ambiguas que generan confusión y dificultan la toma de decisiones. Por ello, el primer paso esencial es definir los KPIs (Indicadores Clave de Desempeño) tanto a nivel de negocio como de proceso. Esto no solo nos permite entender dónde estamos parados, sino también impulsar la mejora continua de manera más efectiva.

¿Qué son los KPIs?

Antes de profundizar, es importante comprender claramente a qué nos referimos con un KPI.

En términos simples, un KPI es:

Tipos de KPIs

  1. KPIs de Negocio:
    Estas métricas reflejan el impacto en los resultados generales de la organización. Ejemplos:
    • Ventas.
    • Márgenes.
    • Ahorros.
    • Posicionamiento.
    • Satisfacción del cliente.
  2. KPIs de Proceso:
    Estas métricas evalúan la eficiencia y calidad de los procesos internos. Ejemplos:
    • Tiempo promedio de ejecución.
    • Calidad de entregables.
    • Elementos entregados en un periodo.
    • Porcentaje de llamadas exitosas.
    • Tasa de conversión.

Por Qué los KPIs son Cruciales

Los KPIs nos permiten:

Iniciativas y Proyectos: Crear Valor Claro y Medible

Con una estrategia bien definida y métricas alineadas, será más sencillo diseñar iniciativas y proyectos que generen un impacto tangible en la organización. Estas iniciativas deben estar conectadas directamente con las estrategias y los resultados de negocio, lo que permitirá identificar con claridad qué acciones aportan más valor en el corto, mediano y largo plazo.

Ventajas de este enfoque:

Claves para el éxito de cada proyecto o iniciativa:

  1. Hipótesis de beneficio: Define qué impacto positivo tendrá la iniciativa.
  2. Resultados esperados: Especifica cómo se medirá el éxito.
  3. Ejemplo práctico:
    • «Reducirá el tiempo de espera en 2 horas.»
    • «Incrementará las ventas en un 5%.»
    • «Generará un ahorro del 2% en costos.»

Ejemplo de iniciativas a partir de la estrategia de solución de Medios de Pago Go Card

Iniciativa 01: Programa de beneficios

Iniciativa 02: Servicios Gubernamentales

Acciones y Actividades: De la Estrategia a la Ejecución

Con iniciativas bien estructuradas, se vuelve más natural determinar qué acciones deben realizarse primero. Este enfoque permite que los equipos:

Recuerda: Los equipos son quienes hacen que los resultados sean posibles. Proporcionarles claridad, enfoque y apoyo es clave para el éxito de cualquier iniciativa.

Est enfoque estructurado no solo facilita la creación y ejecución de proyectos, sino que también asegura que cada esfuerzo esté alineado con el propósito y los objetivos estratégicos de la organización.

Escenario Completo: Estrategia de una Empresa de Medios de Pago (2025)

Visión:
“La solución Go Card me ha permitido ahorrar en comisiones, reducir tiempos de espera y realizar transacciones seguras.”

Objetivo Estratégico: Incrementar la transaccionalidad.

Key Results:

Iniciativa Ejemplo:

Integración Total: Ejemplo de Dashboard para Conectar Estrategia y Ejecución

Para lograr una conexión efectiva entre estrategia y ejecución, es fundamental integrar toda la información en un dashboard que ofrezca una visión clara, accesible y accionable. Este dashboard debe permitir monitorear el progreso de las iniciativas, proyectos y métricas en tiempo real, asegurando que los equipos estén alineados y enfocados.

Conclusión

Conectar estrategia y ejecución requiere claridad, métricas efectivas y alineación constante. Este enfoque permite medir el impacto real, priorizar lo importante y reducir el caos, logrando que cada equipo trabaje con enfoque y propósito.

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