Introducción
En la actualidad, los cambios suceden a todos los niveles, y en el mundo empresarial, esto puede tener consecuencias fabulosas o devastadoras. Las empresas consolidadas se centran en la eficiencia, optimizando sus procesos y recursos a lo largo de los años para mejorar continuamente lo que ya dominan. Sin embargo, en el entorno dinámico actual, necesitan incorporar algo nuevo: la agilidad estratégica.
La Agilidad Estratégica: La Clave del Éxito
La agilidad estratégica implica la capacidad de tomar e implementar decisiones de manera rápida y acertada, afectando procesos, servicios y productos. Estas decisiones deben adaptarse a cambios culturales, sociales, políticos y económicos, sobre los cuales a menudo se tiene información limitada. Estamos tan inmersos en las actividades diarias que tendemos a basar nuestras decisiones en experiencias pasadas, opiniones personales o informes de mercado.
La Exigencia de los Clientes en la Era Digital
Además, los clientes se han vuelto muy exigentes. Gracias a las nuevas tecnologías, la comunicación entre empresa y cliente es bidireccional. Hoy en día, si estamos insatisfechos, compartimos nuestra experiencia en las redes sociales, lo que puede tener consecuencias catastróficas. En este contexto, cada vez más empresas somos conscientes de que, para desarrollar soluciones que realmente ayuden a las personas, debemos entender profundamente las necesidades de nuestros clientes y empleados.
El Design Thinking: Un Enfoque Centrado en el Usuario
Implementamos diariamente el método de Design Thinking, que permite desarrollar soluciones innovadoras basadas en las necesidades reales de los usuarios. Actualmente, muchas empresas lo utilizan en sectores tan diversos como la salud, tecnología, banca e incluso la innovación social.
1. La Empatía
No podemos tomar decisiones basándonos en suposiciones. Debemos conocer los problemas, necesidades, deseos y contexto de las personas para quienes estamos planteando una solución. A esto se suma una investigación exhaustiva de tendencias y referentes actuales.
2. Trabajo en Equipo y Colaboración
El Design Thinking fomenta el trabajo en equipo y la colaboración. Cada persona puede aportar, no solo por su perfil profesional, sino por su experiencia personal. Promueve la creación de equipos heterogéneos en sexo, cultura y edad, formados por personas curiosas y capaces de pensar de forma divergente. Empatiza con tu equipo, ofrécele libertad para que aporten desde su punto de vista genuino en la generación de soluciones.
3. Fomentar la Diversión
El Design Thinking defiende que las personas que disfrutan mientras trabajan son más productivas, tienen menos miedo a equivocarse y terminan proponiendo soluciones más innovadoras. Google, por ejemplo, permite a sus trabajadores dedicar un 10% de su tiempo a desarrollar proyectos propios, fomentando así la innovación dentro de la empresa.
ConclusiónEl Design Thinking, como nuevo método de trabajo, merece la pena y su eje central es la empatía. No está reñido con ser una empresa grande o pequeña, joven o con décadas de experiencia, sino con nuestra capacidad para cambiar nuestra forma de pensar. Este cambio de mentalidad nos permitirá enfrentarnos al contexto actual con un optimismo contagioso, tanto para nuestros clientes como para nuestros equipos.