Si eres profesional del sector de la educación y la formación, probablemente has tenido que enfrentar a una audiencia poco activa, a veces más pendiente del celular o de la computadora que de ti.
La motivación en el entorno educativo es un factor crucial que influye en el aprendizaje y el rendimiento del estudiante. En muchas ocasiones, quienes nos dedicamos a la educación enfrentamos el desafío de lidiar con alumnos desmotivados, lo que puede afectar negativamente su progreso académico y su experiencia escolar en general. Sin hablar de nuestra propia experiencia al impartir clases en ese ambiente.
¿Por qué se produce la desmotivación del alumnado?
La desmotivación en el alumnado puede surgir por diversas razones, y es esencial identificarlas para implementar estrategias efectivas. Algunos de los factores comunes que pueden contribuir a la falta de motivación en tu clase incluyen:
- Falta de relevancia: Las personas a menudo se sienten desconectadas cuando no pueden ver la aplicación práctica de lo que están aprendiendo en su vida cotidiana o en su futuro. Por lo tanto, los contenidos que parecen irrelevantes pueden llevar a la desmotivación.
- Falta de desafío: Tener tareas que son demasiado fáciles o demasiado difíciles puede llevar a la apatía. En esta línea, tus estudiantes necesitan sentir que están siendo desafiados de manera adecuada para mantenerse comprometidos.
- Falta de conexión emocional: Tu relación con cada joven juega un papel crucial en la motivación. Si no se sienten comprendidos o valorados, es más probable que pierdan el interés en el proceso de aprendizaje.
- Entorno de aprendizaje poco estimulante: Un entorno monótono y poco creativo puede hacer que el alumnado se aburra y desmotive. La falta de variedad y recursos visuales puede influir en su compromiso.
Técnicas de innovación para conocer a tu alumnado
Es crucial conocer a nuestros alumnos y poder realizarles la siguiente pregunta: ¿Cómo les gustaría aprender? Claro que vamos a tener diferentes edades y contextos, pero algo en común que podemos tener en la actualidad es la respuesta: Nunca, nadie, nos había hecho esa pregunta.
Es importante que, como profesores, ofrezcamos la mejor experiencia y tengamos en cuenta la opinión de nuestra audiencia. En esa línea, podemos adoptar enfoques innovadores que nos permitan comprender mejor las necesidades y preferencias de nuestros estudiantes, a través de dinámicas colaborativas, visuales y divertidas. Aquí te presento cuatro técnicas de innovación efectivas para motivar a los alumnos:
- Técnica “Juego de Roles”
- Puedes crear una dinámica de juego de roles, en la que, por grupos, la clase represente cómo sería una lección ideal. Tus estudiantes asumirán el rol de profesor o profesora, realizando las actividades fundamentales para impartir una clase: preparar una presentación, una actividad práctica.
- Puede que te sorprendan usando herramientas que no conocías. Además, vivirán la experiencia de enfrentarse a una audiencia y captar su atención, empatizando contigo.
- Técnica “Dibujo del problema”
- A veces, al alumnado le puede costar expresarse de manera verbal y es más sencillo si se expresan mediante dibujos. Te animo a que pongas en práctica esta técnica, ya sea de manera individual o en equipos.
- El objetivo es representar qué cosas son mejorables a través de dibujos. Puedes pegar los resultados en una pared y generar un diálogo común para extraer conclusiones sobre qué es importante mejorar en clase.
- Técnica “Mapa del Presente, Mapa del Futuro”
- Con esta técnica, el alumnado puede representar no sólo cuál es la “experiencia de usuario” que viven en una clase actual, sino también cómo sería su experiencia ideal, usando imágenes y fotografías.
- Forma equipos y dales tiempo para recopilar las imágenes, que deberán traer impresas para realizar sus mapas del presente y del futuro. Comparte los resultados y extrae conclusiones.
- Técnica “Qué, Cómo, Por qué”
- Esta técnica es especialmente atractiva. Deja un tiempo para que la clase tome fotos de su contexto. Luego, imprímelas o proyéctalas en una pantalla, para que en común respondan a las siguientes preguntas:
- ¿Qué está sucediendo?
- ¿Cómo está sucediendo?
- ¿Por qué está sucediendo?
- Con esta técnica, puedes identificar detalles ocultos sobre por qué suceden las cosas y cómo podrían cambiarse.
- Esta técnica es especialmente atractiva. Deja un tiempo para que la clase tome fotos de su contexto. Luego, imprímelas o proyéctalas en una pantalla, para que en común respondan a las siguientes preguntas:
Para terminar, no olvides culminar estas técnicas con una dinámica de generación de ideas. Así, no sólo habrás encontrado los motivos de la desmotivación, sino que harás partícipe a tu alumnado en la creación de una nueva experiencia de aprendizaje que, de seguro, recordarán con emoción a lo largo de sus vidas.
Como has visto, las posibilidades de aplicar el método Design Thinking en educación son muchísimas, utiliza estas técnicas y cuentanos tus resultados. Recuerda que la motivación es una parte fundamental en los procesos de enseñanza, generando experiencias que saquen lo mejor de este proceso.