En el emocionante mundo del desarrollo de productos digitales, a menudo nos encontramos ansiosos por empezar de inmediato a crear nuevas funcionalidades o evoluciones. Sin embargo, este enfoque apresurado puede llevar a la confusión en el equipo y a resultados insatisfactorios. A pesar de la incertidumbre que rodea nuestro entorno cambiante, existe un método efectivo para dar dirección sólida a nuestros esfuerzos. En este artículo, exploraremos los pasos cruciales que aplicamos en nuestra consultoría para transformar la estrategia en acción con resultados notables.

Pasos para Pasar de la Estrategia a la Ejecución:

  1. Identificación Clara de Estrategias: A menudo nos enfrentamos al desafío de alinear nuestras ideas con una dirección estratégica definida. La falta de claridad en este aspecto puede dificultar la materialización de nuestras ideas y sus necesidades. Por ejemplo, consideremos una empresa con una solución de pagos; comenzar con la definición estratégica y las métricas de medición puede marcar la diferencia.
  2. Generación de Iniciativas: Una vez que la estrategia está clara, se despierta la creatividad. ¿Cómo podemos traducir esas estrategias en acciones tangibles? Aquí es donde entran en juego las iniciativas, como la creación de programas de beneficios, opciones de pago para servicios gubernamentales o comercios. Para darles forma, empleamos el formato de «Hipótesis de la Épica».
  3. Lluvia de ideas y aterrizar características: Una vez delineadas las iniciativas, es hora de visualizar las características que las respaldarán. Esto es esencial para el desarrollo de un Producto Mínimo Viable (MVP) que permita tomar decisiones informadas. Utilizamos el enfoque de «Hipótesis de Beneficios y Criterios de Aceptación» para definir características con claridad.
  4. Priorización: Aunque el MVP está en marcha, es crucial priorizar lo que viene después. Diversas prácticas de priorización, como WSJF, MOSCOW o enfoques basados en negocio y complejidad, pueden ayudarnos a determinar el orden de implementación y dar estructura a nuestro backlog de características.
  5. Construcción de un Roadmap: Un roadmap no es solo un plan de trabajo, sino una estimación estratégica que nos permite sincronizarnos con los ritmos del mercado y crear alineación interna. Este proceso involucra a diversos actores clave, incluyendo Negocio, Tecnología y Operaciones, para desarrollar un roadmap robusto y completo.
  6. Refinamiento: Las características necesitan ser pulidas y definidas antes de la ejecución. Esta etapa no implica Historias de Usuario (HDU), sino la definición precisa de funcionalidades que se traduzcan en entregables concretos. Un flujo bien definido puede revelar dependencias, reglas y habilitadores clave.
  7. Historias de Usuario: El equipo puede detectar y delinear Historias de Usuario (HDU) basadas en el flujo refinado. Esta técnica fomenta la partición de funcionalidades en partes manejables para lograr dentro de los sprints. Un enfoque en wireframes y prototipos sólidos contribuye a una ejecución fluida.

Conclusiones y Próximos Pasos: La transición de la estrategia a la ejecución en el desarrollo de productos digitales es una tarea crucial. Estos pasos demuestran cómo la planificación y la estrategia sólida son esenciales para el éxito. Si deseas explorar más a fondo este marco de trabajo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Contamos con asesorias personalizadas y cursos que te ayudaran en tu crecimiento profesional.

Escrito por: César Palomar Hernandez